FERROMINERA ORINOCO


Somos una empresa del Estado, tutelada por la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) 
y adscrita al Ministerio de Industrias Básicas y Minería del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
 Nos dedicamos a la extracción, procesamiento, comercialización y venta de mineral de hierro y sus derivados en el territorio venezolano, donde proveemos a una acería y cinco plantas de reducción directa y exportamos a diversos países ubicados en Europa, Asia y América Latina.
 Tenemos una capacidad instalada de producción de 25 millones de toneladas por año y una explotación constante en nuestras minas a cielo abierto, ubicadas en el Estado Bolívar.
Contamos con una Estación de Transferencia de mineral ubicada en Boca de Serpientes, frente al delta del río Orinoco en el océano Atlántico, que puede almacenar hasta 180 mil toneladas métricas de mineral, lo cual le permite una capacidad de transferencia anual del orden de 6,5 millones de toneladas. Asimismo, operamos una red ferroviaria de 320 kilómetros.
 Experiencia, calidad y responsabilidad social hacen de CVG Ferrominera Orinoco pilar fundamental de la industria ferrosiderúrgica nacional, garantizando el crecimiento de la cadena productiva del acero y propiciando la generación de productos de valor agregado, para impulsar el desarrollo endógeno de nuestro país.

HISTORIA DEL SIMBOLO - CONSTRUCCION
 
El símbolo que identifica a C.V.G. FERROMINERA ORINOCO C.A., 

está compuesto de los siguientes elementos:


 
APLICACIÓN DE NUESTROS PRODUCTOS
 
 


PROCESOS

 
RESERVAS


5ta. Válida del Campeonato Nacional de Pesca de Pavón

5ta. Válida exhibirá competitividad y estrategia



Más de medio centenar de equipos de todo el país se reúnen este fin de semana en el embalse que tiene el récord del mayor ejemplar. Será una jornada decisiva para varios equipos que predefinen el ranking 2009 de esta disciplina deportiva en la antesala del cierre del campeonato.



Este sábado en Caruachi
5ta. Válida del Campeonato Nacional de Pesca de Pavón exhibirá competitividad y estrategia

Más de medio centenar de equipos de todo el país se reúnen este fin de semana en el embalse que tiene el récord del mayor ejemplar. Será una jornada decisiva para varios equipos que predefinen el ranking 2009 de esta disciplina deportiva en la antesala del cierre del campeonato

(Valencia, Octubre 01. Prensa AVPP. Vanessa Del Gallego Blunck.) Este sábado 3 de octubre se llevará a cabo la 5ta. Válida del Campeonato Nacional organizado por la Asociación Venezolana de Pesca de Pavón (AVPP), Copa Mercury, el cual tendrá lugar en el embalse Caruachi en el estado Bolívar.

A este encuentro, al cual asistirán más de 60 equipos provenientes de todo el país que con arraigo y gran identificación participan en este evento ecológico deportivo que tiene como modalidad la captura y liberación de la especie con las técnicas de Casting, Spinning, Fly y Troleo con señuelos artificiales, se espera toda una exhibición de competitividad y estrategia en vísperas de lo que será la antesala a la válida definitoria del Campeonato 2009.

Los resultados de la válida pasada le agregan tensión a varios equipos con posibilidades de figurar en el ranking. En Guri se movieron algunos puestos importantes y las diferencias en el puntaje se acortaron por lo que Caruachi será escenario de definitorias importantes.

El club anfitrión, Club de Pesca Deportiva Guayana, coordina todos los detalles. Las inscripciones para participar están abiertas hasta este viernes. En la página Web (www.avpp.org) están los detalles. La jornada de pesca se iniciará a las 6 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde. Se habilitarán 2 puntos de pesaje con el apoyo de DP Informatic Systems, empresa que realiza todo el proceso de registro y emisión automatizada de resultados.

Tras el récord nacional
Este escenario tiene su atractivo particular en el campeonato. A pesar de ser un embalse que se complica con el factor climático, por aquello de las lluvias y las condiciones de navegación, su histórico arroja interesantes capturas y eso nuevamente lo certifican varios de los pescadores que asistieron a las prácticas previas a la competencia. Será vital el desempeño matutino para lograr resultados positivos. Las temperaturas están altas, sobre el mediodía se podrá registrar unos 35º/36ºC lo cual obliga a lo anterior. Como es costumbre, se recomienda el uso de señuelos superficiales que históricamente funcionan de manera extraordinaria. La luna estará en menguante y a la mitad del ciclo lo cual se espera que favorezca la jornada al igual que la notable presencia de payarines en abundancia.

En el 2007, Caruachi y Luis Mago del Club Carún dejaron el registro de un ejemplar de 9,3 kilogramos, el más grande del Campeonato en 8 años.

Compromiso y responsabilidad
El Club Deportivo de Pesca Guayana canalizó la autorización del Ministerio para el Poder Popular del Ambiente, INSOPESCA y el Instituto de Espacios Acuáticos (INEA). De nuevo en una válida del Campeonato Nacional se estará realizando una Jornada de Registro de Embarcación, Expedición, Renovación de Licencias de Navegación y Certificados de Radios, con el fin de revisar, concientizar y asesorar a los asistentes del evento.

Asimismo es importante mencionar, que el Club Organizador estará realizando una jornada de arborización de pinos Caribe en el playón del embalse. Esta actividad contará con el apoyo de un grupo de estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello, Núcleo Guayana.

La 5ta. Válida “Copa Mercury” cuenta con el apoyo de Helly Hansen, Yamaha, Timberland, Digitel, Marak, Hotel Coral Suites, Trailermax, El Pescador, Caribe Lures, la revista Mundo Náutico, Sinflash.com, Stratus Gigantográfica, MKS, Casa Bianca, Paletas Lander, Cauchos Ruedas, Electrónica Guayana, entre otras marcas.

Mayor información e inscripciones
Página Web www.avpp.org
Email info@avpp.org / guayana@avpp.org
Contactos 5ta. Válida: 0414 889.40.00 / 386.33.28

Pesca de Pavón

Técnicas de pesca del pavón

Aunque existe una amplia variedad de especies de peces en el Lago de Guri, las más apreciadas para la práctica de la pesca deportiva son el pavón (conocido en otros países como tucunare y en Estados Unidos como Peacock Bass) y la payara, ambos conocidos por su agresividad en el momento de capturar la carnada y la feroz lucha que comienza a partir de ese momento.




Pavón "encinchado", "real" o "sargento" en otros países como Panamá. Alcanza los mayores tamaños, frecuentemente nada en parejas.




Pavón mariposa, es la variedad menos frecuente. También alcanza buen tamaño.





Pavón "moteado", muy frecuente en Guri, suele nadar en cardúmenes. Es el más pequeño, sin embargo, sobrepasa en mucho los 35 cm. mínimos requeridos por ley.




Las modalidades mas empleadas para la pesca del pavón son el baitcasting y el spinning, diferentes no solamente por el tipo de cañas y carretes utilizados, sino por la amplia variedad, casi inimaginable de tipos de señuelos utilizados indistintamente tanto en una como en la otra.
La pesca del pavón con señuelos artificiales
Los señuelos artificiales tienen un atractivo especial para muchos pescadores. Atractivo derivado en buena parte del hecho de ser señuelos efectivos en abundantes ocasiones, pero también, seguramente, de razones estéticas: muchos señuelos artificiales son pequeñas obras de artesanía en las que se cuida con minuciosidad el más pequeño detalle.
Antes de seguir es preciso dejar claro a los lectores qué es eso de un señuelo artificial:
En principio, un símil aceptable podría ser el de "pez artificial". Y ciertamente eso es lo que muchos señuelos artificiales son. Pero el sentido del término es algo más amplio, y se refiere a una imitación que si bien la mayor parte de las veces es de un pez (por lo que si los llamamos peces artificiales habitualmente acertaremos), también puede ser, una rana, un gusano, una lagartija... La seña de identidad de estos señuelos, derivados de los menos elaborados plugs, está en que tienen siempre una abundante dosis de realismo, tanto en la forma como (y esto es aún más importante) en su movimiento cuando simplemente enrollamos línea en el carrete dando vueltas a la manivela.
Todos los señuelos artificiales están diseñados para nadar balanceándose a uno y otro lado, de una forma más o menos acusada según el modelo. También incluyen a menudo bolas metálicas en su interior, que al moverse provocan ruidos que resultan atractivos para los peces predadores.
El balanceo suele estar provocado por una pala más o menos larga que el señuelo lleva en la garganta (y por ello llamada a veces "babero"). En menos ocasiones es la forma de la cabeza del señuelo la que se ocupa de producir ese movimiento oscilatorio (este tipo de señuelos artificiales carentes de babero se suelen llamar lipless, que podríamos traducir por "sin labio"). Además de su tembloroso movimiento, ese diseño provoca que el señuelo artificial busque el fondo cuando recogemos línea.
En algunos modelos, en los que el sedal se ata a un alambre que sobresale en el morro del señuelo, es posible modificar algo su acción moviendo ligeramente ese alambre: si lo doblamos hacia arriba el señuelo oscilará de forma más acusada, y lo contrario ocurrirá si lo doblamos hacia abajo. Moviéndolo a uno u otro lado podremos corregir la posible escora del señuelo (hay que torcer, con mucho cuidado, el alambre hacia el lado al cual el señuelo se inclina). En los señuelos artificiales que se atan por la pala las modificaciones están más limitadas, aunque en algunos casos tenemos la posibilidad de subir o bajar el enganche a lo largo de la pala, o disponemos de más de un enganche, lo que da la posibilidad de elegir entre distintas acciones.
No es conveniente atar la línea directamente al señuelo; es preferible dar libertad de natación  y para ello es muy útil, sobre todo si el señuelo carece de anilla móvil, atarlo con una lazada no corrediza: el nudo Rapala es muy adecuado.
Podríamos decir que un señuelo artificial es un señuelo que pesca por sí sólo, aunque eso sería exagerar un poco. Lo que no es ninguna exageración es decir que, con un equipo de lanzado ligero con carrete de tambor fijo (equipo de spinning), y utilizando el señuelo artificial adecuado, cualquier persona que jamás haya utilizado una caña de pescar puede conseguir alguna buena captura en su primer día de pesca.
La pesca con equipo de baitcasting amerita un poco más de práctica a fin de dominar el lanzamiento y entrenar el dedo pulgar a fin de controlar la bobina de la línea o spool.
Lógicamente un pescador experto tendrá bastantes más posibilidades de lograrlo, pero sobre todo porque sabrá mucho mejor dónde debe buscar a los peces, por dónde debe hacer que su señuelo navegue para tener la mayor probabilidad de provocar el ataque de un buen ejemplar.
No quiere eso decir que no haya nada que contar sobre el cómo y el cuándo de la pesca con señuelos artificiales, que baste lanzar cualquier modelo en cualquier ocasión y hacerlo navegar a fuerza de carrete para que un pavón de tres kilos se enganche irremisiblemente en sus anzuelos. No, además del dónde, también el pescador debe saber escoger entre una amplia gama de tipos, o familias, cada uno adecuado para particulares circunstancias; y no le vendrá de más conocer algunos pequeños trucos que le ayudarán a sacar la mayor utilidad de cada modelo.
Tipos de señuelos artificiales:
Una primera división pudiera ser entre modelos flotantes y modelos hundidos. En algunos casos (como en varios tipos de peces artificiales de la marca Rapala) externamente no hay diferencias entre unos y otros, y es sólo la mayor o menor densidad del modelo la que hace que se vayan al fondo o se queden en la superficie cuando simplemente los dejamos caer al agua.
Pero el que un determinado señuelo artificial sea flotante no quiere decir que pesque exclusivamente en la superficie: como ya he comentado, todos los señuelos artificiales tienden a hundirse, de forma más o menos acusada, cuando se desplazan horizontalmente.
Podremos ver en las siguientes páginas sus características.

Flotantes de superficie


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Tienen una pala pequeña y colocada casi de forma vertical (a veces doblada formando un ángulo casi recto). Al recoger línea no se sumergen más allá de un metro o metro y medio.
Con ellos debemos explorar las aguas con tranquilidad, lanzando cerca de las orillas, entre los recovecos de las rocas, o haciéndoles pasar sobre las plantas acuáticas y las ramas de los pequeños árboles y arbustos sumergidos por las aguas del embalse.
Aunque se pueda hacer, no conviene con estos señuelos limitarse a recoger de forma mecánica: variar la velocidad de recogida buscando la más efectiva en cada momento; dar tirones irregulares y moviendo la caña a uno y otro lado para imitar la natación de un pez herido; alternar movimientos con pausas más o menos largas... En suma: explorar para conocer su rango de acciones nos permitirá, a la larga, obtener en todo momento los mejores resultados.
Un tipo de señuelo artificial habitualmente de superficie y muy útil, especialmente cuando los peces parecen mostrarse perezosos o cuando las aguas están ligeramente turbias, son los señuelos artificiales articulados: su cuerpo partido les permite moverse coleteando de un modo brusco, como presos de un ataque de pánico. Eso puede excitar a un pavón apático despertando su instinto de caza; además genera vibraciones de baja frecuencia, perceptibles por la línea lateral de los peces a bastante distancia.

Flotantes de medias aguas

Tienen la pala de mayor tamaño y colocada de forma casi horizontal. Eso les permite descender hasta unos tres metros de profundidad, no podemos dejar de incluirlos en nuestra caja de señuelos.
Hay que tener claro que la profundidad máxima a la que puede descender un pez artificial flotante se alcanza sólo si lanzamos lo bastante lejos y recogemos con suficiente rapidez, con la caña baja (la punta incluso sumergida en el agua) y que la alcanzará con más facilidad cuanto más fina sea la línea utilizada.
Al tener la pala a modo de una prolongación horizontal del cuerpo, y sumergirse en un ángulo bastante vertical, estos señuelos son magníficos para "rascar" los fondos. La táctica más usual es recoger muy deprisa hasta que la pala choque contra el fondo (obviamente para que esto pueda ocurrir no puede haber más de tres metros de agua en el punto que estamos explorando), y después ir recuperando línea algo más lentamente, pero de forma que los toques en el fondo sean casi constantes.




Como llevamos la línea tensa, cada choque del señuelo será perfectamente percibido, y si tenemos algo de experiencia sabremos, por el tipo de vibración que transmite la línea, si hemos chocado contra una piedra, arena, grava, una rama, algas... o el duro paladar de un pavón que no ha podido resistir la tentación.
Para evitar en lo posible los enganches de los anzuelos con los obstáculos sumergidos una solución es, en los lugares donde ese problema se presente con frecuencia, cortar el gancho delantero de cada uno de los dos anzuelos triples de los que los señuelos artificiales suelen venir provistos. Si nos parece que eso merma las probabilidades de capturar un buen pavón (lo que sin duda es cierto, aunque no en un grado demasiado alto), entonces la única solución para no dejar una pequeña fortuna bajo las aguas es utilizar un recuperador de señuelos (lo que algunos llaman "perro" por ser el encargado de seguir el "rastro de la línea" para buscar las "piezas de caza" perdidas). Un recuperador consiste básicamente en un aro pesado (a veces provisto de fuertes anzuelos, otras veces con púas en su interior) unido a un cabo fuerte; el aro, que dispone de una abertura, se introduce en la línea y se deja deslizar por ella hasta alcanzar el señuelo; una vez allí se intenta enganchar el señuelo y se tira para recuperarlo.
Flotantes de aguas profundas
Especialmente útiles cuando intentamos sacar todo el partido a uno de estos señuelos artificiales, inconfundibles por la larga pala que prolonga en un plano horizontal su habitualmente rechoncha silueta.
Esa gran longitud de la pala permite utilizarlos entre espesas malezas sin que el riesgo de enganches sea excesivo, aunque de vez en cuando serán inevitables. El método para que eso ocurra lo menos posible es tener claro cómo el señuelo se mueve bajo el agua, con la pala apuntando hacia abajo, y recordar que cuando dejamos de enrollar línea el señuelo artificial ascenderá verticalmente. Un error bastante habitual en principiantes es dejar tranquilo el carrete y levantar la punta de la caña cuando la pala choca contra un obstáculo: eso hace que el señuelo artificial se coloque en posición horizontal y aumenta el riesgo de que los anzuelos hagan presa en algún objeto sumergido. Hay que mantener la caña baja y seguir accionando la manivela del carrete para que el señuelo supere la barrera poco a poco, topándola con el babero mientras se mantienen los anzuelos en alto. Si no es ya posible seguir adelante (no es cuestión de meter el señuelo artificial en lo más espeso del ramaje de un árbol sumergido) hay que dejar la línea suelta y permitir que el señuelo ascienda verticalmente (algunos modelos incluso retroceden un poco cuando sólo actúa sobre ellos el empuje del agua).
Si el enganche a pesar de todo acontece, no hay que perder la calma: nada de dar tirones que clavarían con más fuerza los anzuelos; antes de intentarlo con el recuperador de señuelos probemos a destensar por un momento la línea, retomándola después con firmeza pero sin brusquedades al tiempo que apuntamos con la caña hacia abajo y la movemos a uno y otro lado.
Cuando queramos que el señuelo ascienda no hay que acompañarle con la caña, levantando la puntera, pues eso podría tensar la línea e impediría que su ascensión fuera todo lo vertical que es conveniente.



En muchos casos escarbar con la pala del señuelo en el fango será la clave para desatar el ataque de un depredador, que puede confundirlo con un pececillo que busca alimento, o que intenta encontrar un refugio entre las piedras del fondo. Aquí tenemos un ejemplo de la casa Rapala.


Hay que advertir que aunque los llamemos "de aguas profundas" su capacidad para sumergirse no es ilimitada: realmente es difícil, ni aún utilizando líneas muy finas y carretes muy rápidos, lograr que desciendan más allá de los cinco metros, ni aún tratándose de modelos diseñados para alcanzar teóricamente mayores profundidades.
Señuelos artificiales hundidos
Para ir aún más abajo no queda más remedio que utilizar señuelos más densos que el agua. En este caso no hay que recoger deprisa para que se sumerjan, sólo hay que lanzarlos al lugar elegido y dejar algunos metros de línea suelta para que puedan hundirse a plomo hasta la profundidad elegida; una vez allí se manejan como cualquier otro señuelo artificial, con la diferencia de que no ascenderán a la superficie cuando destensemos la línea. En la práctica eso supone una limitación que puede ser importante, sobre todo para manejarlos en zonas con abundantes riesgos de enganches, por lo que los modelos sumergidos que realmente se utilizan en aguas profundas no son demasiados, y casi todos se engloban en la categoría siguiente.
"Rattlins"
Hay una modalidad de pesca muy útil para utilizarla entre la maleza, y en la cual el que el señuelo sea más denso que el agua no sólo no es un obstáculo, sino que es absolutamente necesario: me refiero a la pesca vertical.
Aparentemente no parece que un señuelo artificial, que habitualmente se mueve en una línea más o menos horizontal, sea el señuelo más adecuado en una modalidad de pesca (habitualmente realizada desde una embarcación) en la que sus movimientos deben asemejarse a los propios de un yoyo.
Sin embargo existen unos señuelos artificiales especialmente diseñados para ese tipo de pesca. Suelen denominarse rattlebaits, o rattlins, y son señuelos artificiales de tipo lipless (sin babero). Todos ellos llevan bolas metálicas en su interior, a menudo repartidas entre en varios compartimentos de distinto tamaño, lo que produce que los sonidos emitidos al moverse el señuelo abarquen una más amplia gama de frecuencias. Es obvia la razón del sobrenombre de "maracas", habitual entre muchos pescadores.
Un rattlebait puede utilizarse como si de un señuelo artificial habitual se tratara, pero poca ventaja obtendremos en ese caso de su uso (la emisión de ruidos, que siempre es una ayuda en aguas con poca visibilidad, ya dejó de ser exclusiva de este tipo de señuelos artificiales); y careceremos de la protección contra
enganches que proporciona la pala a otros modelos.

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8Un típico "rattlin" Rapala.
Donde a menudo resultan magníficos es en la pesca vertical, podemos hacer que desciendan a la profundidad que consideremos conveniente y pescar con ellos mediante desplazamientos arriba y abajo.
El Nudo Rapala

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Ajustando Rapalas
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Los populares señuelos Rapala, sobre todo los modelos clásicos, se pueden ajustar para lograr un tipo de natación más a nuestro gusto moviendo ligeramente la anilla que tienen en el morro.
De ese modo podemos ajustar inclinaciones no deseadas o vibraciones demasiado lentas o demasiado rápidas para nuestro gusto.
Lo primero, corregir posibles inclinaciones del pez a la derecha o a la izquierda, se logra desplazando ligeramente, con la ayuda de unas tenazas, la anilla de amarre hacia el mismo lado al que el pez se inclina.
Si lo que deseamos es aumentar la frecuencia de balanceo, de modo que el pez nade con una acción más viva, lo que hay que hace es mover ligeramente la anilla hacia arriba. Al contrario, moviendo la anilla hacia abajo, se consigue que el pez vibre con una frecuencia menor.
Tenga precaución y no doble nunca la anilla en exceso, pues podría romper el pez.
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fuente: www.chiuao.com




Ciudad Piar


Ciudad Piar es una ciudad localizada en el municipio Bolivariano Angotura, Estado Bolívar, Venezuela, en los alrededores del Cerro Bolívar y cerca del río Caroní con una población (2000) de 30.612 habitantes.

Historia



Ciudad Piar fue fundada el 9 de febrero de 1952 para dar asentamiento a los trabajadores que se dedicaban a la explotación de hierro, gracias al auge siderúrgico de principios de la década de 1950 y el inicio de la explotación formal a gran escala mediante concesiones a la Orinoco Mining filial de la U.S. Steel. El 1 de enero de 1975, es proclamada en Ciudad Piar la nacionalización del hierro, por parte del entonces Presidente Carlos Andrés Pérez (socialdemócrata), creándose la Corporación Venezolana de Guayana Ferrominera Orinoco C.A (CVG) para exactamente un año después, tomar la CVG las actividades de la Orinoco Mining.

El nombre de esta ciudad es en honor del prócer venezolano de origen curazoleño Manuel Piar.
 
 
Economía

La economía de Ciudad Piar se basa en gran parte en la extracción del hierro, en especial en los cerros de San Isidro y Bolívar, ya que en este lugar se ubica una de las más importantes reservas de material ferroso del mundo administrada ésta y su explotación por la estatal CVG siendo transportado cientos de toneladas diarias (2005) de hierro hasta Matanzas en Puerto Ordaz a través de un ferrocarril.
Además de la actividad minera, tiene cierta importancia la actividad de tipo agrícola.

Turismo

Las actividades turísticas están vinculadas al Turismo Industrial, Ecológico y Agropecuario. Entre los principales atractivos se encuentran en la zona: la Represa “Raúl Leoni” en Guri, la Piedra del Elefante, El lago de guri donde frecuentemente se hace pesca deportiva como es la competencia nacional de pesca de Pavón de la AVPP, Cd piar es un sitio de transicion para muchas personas que se dirigen a la gran sabana, santa elena de guairen y la linea divisoria entre venezuela y brazil, que son zonas muy visitadas por los turistas, tambien esta en la via al Callao ciudad famosa por sus carnavales a nivel nacional, entre otras atracciones de turismo ecológico y campamentos con excursiones terrestres y fluviales.

"La Parida" un cerro que impulsó el nacimiento de dos ciudades gemelas

Con el bagaje que dan los años, y conscientes de la importancia del hierro para la región, dos supervivientes de una época ida compartieron sus historias sobre el hallazgo del Cerro Bolívar, convencidos que el mineral de Guayana no fue solamente impulsor de un desarrollo pretérito, sino que también es garantía de futuro



Hace sesenta años, en la cumbre de un cerro conocido como “La Parida”, un grupo de exploradores dirigidos por el geólogo norteamericano Mack C.Lake, de la Oliver Mining Company, descubrió un reservorio de mineral de hierro, calificado como el depósito de hierro más grande del mundo. Fue el 4 de abril de 1947 cuando se hizo el histórico hallazgo.

Este descubrimiento fue clave para impulsar, de manera decisiva, el progreso de Guayana y el resto del país. En 1948 es bautizado con el nombre de “El Cerro Bolívar”, para honrar al Genio de América, Simón Bolívar.

60 años han pasado y ahora el cuadrilátero ferrífero enclavado en el municipio Raúl Leoni, en el centro-sur del estado Bolívar, sigue ejerciendo un rol protagónico, puesto que es en esa misma zona donde el líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez colocó, el 21 de mayo de 2005, la piedra fundacional de Ciudad del Acero, mientras que la Planta de Concentración de Hierro de Ferrominera Orinoco entró en su I etapa, en febrero pasado, para producir 8 millones de toneladas de mineral concentrado al año.

Los forjadores que hicieron historia

De esa época primigenia del desarrollo de Guayana aún sobreviven algunos testigos, cuyos relatos rememoran el nacimiento de dos ciudades gemelas: Puerto Ordaz y Ciudad Piar, que nacieron un 9 de febrero de 1952. Los encargados de la planificación del nuevo poblado, ubicado en las cercanías del cerro “La Parida”, fueron: Francisco Carrillo Batalla, Moisés Benacerraf y Carlos Guina.

Hoy dos protagonistas cuentan sus historias que llenan de orgullo a hijos y nietos, así como a la colectividad guayanesa. Ellos fueron precursores de lo que se conoce en la actualidad como la Zona del Hierro.

Hernández Balza:
José Hernández Balza, hombre de curtida experiencia y guardián de numerosos recuerdos, fue testigo de excepción del surgimiento de la industria ferrominera, y con ella de dos nuevos núcleos urbanos de capital importancia. Por pertenecer a una familia con grandes intereses en la Guayana de entonces, participó desde muy joven en el proceso de desarrollo de la región. Rodeado de nietos e hijos, algunos de ellos trabajadores del hierro y otros destacados servidores públicos, accedió a contar en su casa de Ciudad Piar esa historia, de cómo fue que esas sabanas y cerros se transformaron en fuente de progreso.

Ciudad Piar es ahora un importante centro de desarrollo. ¿Qué había antes en ese territorio?
“Anteriormente, eso era una posesión de mi abuelo, Leonidas Balza. Él era de Guárico, y tuvo varias posesiones por estos lados. Tú sabes lo que es una posesión, ¿no? Por acá estaba el hato y tres o cuatro casas típicas de la época, no de estos tiempos modernos en que viven ustedes. Aquí se producía queso, que se amarraba en herrajes y luego se llevaba en burro hasta Ciudad Bolívar, durante ocho días. Allá lo vendíamos a ocho bolívares el quintal. ¡46 kilos de queso por ocho bolívares!”.

¿De qué manera los geólogos encontraron ese yacimiento?
“Esa gente venía explorando a pie desde Piacoa, allá en el Delta, buscando hierro por aquí, por el sur del estado Bolívar. Venían por recomendación del señor Boccardo, allá en Ciudad Bolívar. Ellos analizaron muestras del cerro La Parida, las examinaron y salió positiva la operación”.

¿Cuál fue su papel en las exploraciones para descubrir hierro?

“En el 47 empezó la compañía por aquí. Yo tuve la gran satisfacción de que me escogieron para explorar desde La Fundación hasta Puerto La Cruz, durante tres meses; a mí me tocaba anotar las indicaciones del barómetro. La intención de la empresa era construir una línea férrea que cruzara el Orinoco y llevara el hierro hasta allá”.

¿Qué piensa de las perspectivas de la industria del hierro para el futuro?
“Como te digo, eso no fue un asunto de mejora personal, sino que ha ayudado a todo el país. El mineral de hierro se lo llevaban para Estados Unidos, pero eso se acabó, ahora la mayor parte se procesa en Matanzas, y dentro de poco lo trabajarán aquí en la Ciudad del Acero que comenzó el presidente Chávez. Por eso tenemos grandes esperanzas para el futuro, no tanto para mí, sino para los jóvenes que ahora trabajan en esta tierra. Ahora, con el Gobierno Bolivariano todos somos dueños de ese mineral; eso es de nosotros los venezolanos y también para los hermanos países latinoamericanos y caribeños que lo necesiten”.

Andrés Camacho
De andar pausado, y con 97 años a cuestas, Andrés Camacho es un hombre a quien el tiempo no ha podido cimbrar. A primera vista, su silencio y una engañosa fragilidad podrían confundir a algunos. Con una innumerable procesión de hijos, nietos y bisnietos por delante, este pionero se muestra orgulloso del deber cumplido.

¿Cómo se involucró usted en la búsqueda de hierro en la región?

“Yo vivía en el pueblo de Santa Catalina, en el bajo Orinoco, y allí llegaron los exploradores buscando gente que los guiara. El jefe civil del pueblo, Ramón Galvis, me recomendó para ese trabajo y yo acepté. Ellos me pusieron confianza y cariño, y yo duré en esta industria 30 años, hasta que me retiré”.

¿Cómo era esa zona en la época del descubrimiento de hierro, y cuál era su tarea?
“En La Parida no había nada, sólo casas de campesinos y algún ganado. Los exploradores mensuraron ese cerro, lo probaron y vieron que daba para los gastos. Yo fui obrero desde 1945 hasta que descubrieron hierro en el cerro; después trabajé como caporal y terminé siendo jardinero. Como yo no era capacitado para mucho, el sindicato me buscó la clasificación de caporal de obrero. Lo curioso es que el único bajo mi supervisión era yo mismo”.

¿Era conocida la existencia de un reservorio de hierro en el área?
“Se rumoraba que ahí había hierro, hasta que hicimos la exploración, negociaron y empezaron las pruebas… luego mandamos 50 tambores de mineral a los laboratorios, a ver qué calidad tenía. Todo eso empezó con las primeras mensuras, buscando hierro, usted sabe”.